Fugar de la escena

Por Colectivo Centro Rural de Arte

Crónica del taller Dónde termina tu cuerpo dónde empieza el mundo. Un archivo abierto sobre cómo mutan cuerpos de distintas naturalezas.


«La estructura de la escucha jerarquizada también debe ser cuestionada, dado que también es una construcción cultural. Los tojolabales, que forman parte del movimiento zapatista, tienen una lengua no jerarquizada en cuanto a la escucha, en el sentido de que las acciones no se expresan mediante un sujeto que las hace y un objeto que las recibe, sino que ambas prácticas se encuentran al mismo nivel. Como explica Carlos Lenkersdorf en el libro Aprender a escuchar, en tojolabal hay dos conceptos para hablar de lengua. Ab’al es la palabra escuchada y el k’umal la palabra hablada. Estos dos elementos, el hablar y el escuchar, son indispensables para que haya lenguaje. En español, sin embargo, cuando un sujeto le habla a alguien, el receptor se encuentra subordinado al emisor en la misma estructura de la frase y no le corresponde ningún verbo. El receptor es pasivo. En tojolabal, en cambio, hay dos sujetos agenciales: yo y el que escucha. Este idioma maya utiliza dos verbos, correspondientes a dos acciones, y elimina así la estructura de subordinación y jerarquía. La estructura lingüística organiza nuestra manera de nombrar el mundo y las relaciones que vivimos en él. Es decir, la lengua manifiesta nuestra cosmovisión y ser conscientes de esa jerarquía puede ser la manera de generar dispositivos de escucha nuevos, de resistencia o de ataque frente a la jerarquía establecida».

«En una sociedad donde la comunicación es un valor, lo importante no es sólo tener voz, sino que ésta sea escuchada. “La escucha puede ser pensada como una práctica políticamente instituyente. Me gusta la idea de escuchar como ‘entregar la oreja’, ‘poner el cuerpo’, pasar a la otra por el propio cuerpo. La escucha como la capacidad de ser afectada por la otra”, dice Ferrete siguiendo al artista y escritor Brandon Labelle».

(Dos citas de Teresa Villaverde)


ENTREVISTAS

Pregunta 1: ¿Cuál es tu herramienta de lucha?

• Para mí la herramienta de lucha es la organización, pertenecer a un colectivo. La lucha colectiva, luchar entre todas, es la herramienta que nosotras conseguimos y logramos, es la herramienta que nos hizo conocer que juntas es posible.

• La forma general de plantear, de presentarte, de moverte, rompiendo imágenes y estructuras visuales, estereotipos, y al mismo tiempo confrontando con los modelos, en un proceso de aparente asimilación y contrastación. La sola presencia de una trans en ciertos ambientes ya es una herramienta de lucha, visibilizarse es una herramienta de lucha. Es un discurso, es una forma de manifestación. Hay que visibilizar, no hay que esconder.

• El teatro. Es desde ahí que me organizo como subjetividad, lo que me permite pensarme, siempre me estoy pensando en relación a lo escénico.

• Mi herramienta de lucha se basa más en las piernas, el contragolpe, vengo de una escuela cubana que se caracteriza mucho por eso.

• Yo pego bien el gancho abajo, de izquierda.

• La información, la comunicación. Buscar donde no ha llegado la información e ir con la verdad.

• La creatividad, pensar cosas desde otro punto de vista.

• El cuerpo y la voz, la palabra, la expresión. Todos los seres humanos usamos nuestro cuerpo para trabajar, algunos lo utilizan para una cosa y otros para otra, pero todos lo usamos como herramienta. Por lo cual, mi herramienta es todo mi cuerpo. Desde que entré al conservatorio la herramienta estaba asociada a mi cuerpo, para expresarme y como puente para la política.

• El conocimiento y el desarrollo de la conciencia en defensa de la vida y la salud, utilizando como arma de trabajo, a los alimentos. El alimento para nosotros, es vida que garantiza la vida en plenitud, la vida que valga la pena de ser vivida. Y el conocimiento del alimento, sus acciones en el organismo, las modificaciones no solo a nivel físico, sino a nivel psíquico, social, en el desarrollo del cerebro, de la posibilidad, del trabajo, de la comunicación social. Esa es mi herramienta de trabajo prácticamente desde los 15 años.

• La palabra, en diálogo.

• Mi cuerpo, y mi parla, el vocabulario, la charla. Llega con el cuerpo, las dos cosas.

Pregunta 3: ¿De qué dependés?

• De un montón de cosas. De algo muy médico, dependo de la insulina, soy insulino dependiente. Y de algunas personas, o porque dependo económicamente, o porque dependo afectivamente o porque dependo artísticamente.

• De mí misma, la autonomía que me da el trabajo me hace depender todo el tiempo de mí misma. Después, la dependencia en el uso del espacio público para trabajar, dependo de los vecinos de hacer buenas amistades para que no llamen a la policía. Dependo también de la mirada del otro, de las leyes. Dependo que haya leyes que se aprueban sin haber escuchado la palabra nuestra y que esas leyes perjudiquen nuestro sector y nos empujen a una mayor clandestinidad y vulnerabilidad de derechos.

• Del gimnasio. Me despierto pensando que tengo que entrenar. Si no tengo un gimnasio, no soy yo.

• Del cariño, del trabajo como un espacio de realización emocional y personal. Y dependo mucho de mi cuerpo, tengo una relación de soporte y dependencia con mi cuerpo.

• Dependo de la naturaleza, del bien natural que nos da este espacio, nos da los alimentos. Y a partir de ahí, yo creo que todo ser humano es autónomo. Si tenemos todo esto desde que nacemos, dependemos de cuidarlo para seguir subsistiendo, somos dependientes del planeta, y de todo lo que nos rodea. Nosotros no somos dueños de nada, somos parte de todos los bichitos que andan, de todos los animalitos que andan, somos parte de eso.

• De mi trabajo, de la plata que me da el trabajo, tengo que mantener a mis perros, tengo que mantener mi casa.

• De casi todo, desde los medicamentos que tomo hasta las políticas culturales y sociales que toman otros que nos representan lamentablemente. Dependo de casi todo, todos creo que dependemos de muchas más cosas de las que creemos. En realidad podemos elegir qué comprar, si disponemos del dinero para hacerlo. Creo que dependemos de muchísimas cosas, de hecho se condena a aquel que intente no depender. Todos los que se quieren correr un poco del sistema están criminalizados. Pero te estoy contestando por la negativa… Dependo también entre otras cosas de mí. De mi propia voluntad para hacer lo que quiero hacer, que es central para hacer cosas, saber que uno depende de uno.

• De las ideas un poco. De los otros, de no estar solo, de sentir que eso que estoy haciendo tiene repercusiones en otros. De la energía que yo tenga. De la amistad que se genere, eso me hace generar lazos y después espero de eso también. La amistad como una forma de relación.

• En general dependo de la electricidad, soy electrodependiente así estoy diagnosticada y dependo de Humira, que son los anticuerpos monoclonados anti factor de necrosis tumoral, de nombre técnico Adalimumab. Sin esas dos cosas, difícilmente ninguna de las otras. Y después dependo de un análisis de sangre cada tanto para ver la PCR, que es el índice de proteína en sangre, que es lo que hace que se inflame o no el intestino y es con las mediciones con las que los médicos pueden prever si me voy a perforar y morir de una peritonitis, o no.

Pregunta 5: ¿Qué te erotiza de la lucha con otros?

• No sé si la lucha con otros me erotiza, en todo caso me erotiza el encuentro con otros, me erotiza lo visual, lo estético, lo atractivo, lo erótico, pero no la violencia, no la fuerza, esas cosas no me producen placer.

• La competencia, el querer ganar y el saber que en esta lucha gana uno solo.

• Me erotiza que nunca sabés bien, que te encontrás haciendo cosas que no sabías, te encontrás con personas que no conocías. Y el gasto inútil de energía, eso me estimula mucho, algo que es como el amor, incluso como coger, cogemos por el solo hecho de coger, y hay algo de la lucha con otros que tiene que ver con juntarse solamente para luchar con otro, más allá que haya una problemática concreta, hay algo de ese gasto inútil que me erotiza mucho.

• Por momentos no sos vos, por momentos demostrás algo que no mostrás en otra situación. Sacas eso que sos y que ni vos te lo conoces, que de a poco lo vas conociendo, al principio no me salía y de repente me encuentro disfrutando de golpes hacia un contrincante, eso te genera una adrenalina que no lo encontras en otro lugar, lo encontrás ahí arriba del ring. Me encanta cuando se logra conectar un golpe, te sentís de una forma tan superior, cómo explicarte no sé… viste los animales? Yo he observado y a veces yo me siento como un animal tratando de engañar, de cazar tu presa, de ser superior, no sé si alguna vez observaste un animal, un gato, cada uno tiene su forma, su táctica, y es hermoso, a mí me encanta poder sentir que estoy boxeando. Que no es que estoy cagando a piñas a alguien, sino que estoy boxeando, es algo hermoso, hay que estar.

• Algo de lo caótico y preciso de lo colectivo. Algo de esa cosa que es... como increíblemente inmanejable y a su vez con unos momentos de lucidez insuperables. Hay algo de lo inmejorable de la fuerza colectiva, cuando tracciona en un sentido de mucha precisión. Cómo puede ser que de esta lucha colectiva salgan decisiones tan lúcidas, y cómo puede ser que después no te podés poner de acuerdo en un horario o quien sale primero de un local...

•¿Qué me erotiza? Conocer otras historias, conocer otros procesos de otras compañeras, conocer cómo se sacaron la mochila de culpas, cómo le contaron que eran verdaderamente trabajadoras sexuales a sus familias, cómo llevaron adelante ese proceso, poder escuchar las historias de mis compañeras, tomar consejos y herramientas que ellas te transmiten.

• Me gusta cuando peleo el cuerpo a cuerpo, pero en realidad a mí no me conviene eso porque me destaco por ser un boxeador más estilista. Pero me gusta más cuando vienen peleas de guerreros, intercambio de golpes, me gusta cuando me pegan, dar más, dar y recibir.

• No me parece muy erótica la lucha, no me calienta, ni nada. Lo hago porque me da rabia como está el mundo. Sí me gusta, me da placer, me da alegría, no siento que sea una erótica por decirlo de algún modo. Funciono más reactivamente, es más la bronca a la policía... me une el espanto y no el amor. De hecho las aglomeraciones me dan fobia, los grandes espacios con mucha gente. Soy demasiado mutante como para darme cuenta que ahí en la masa no tengo amigos, tengo amigos en las singularidades, ahí están mis alianzas. Me enfrento a lo que me enfrento no tanto porque me da placer, sino porque si no lo hago no lo hace nadie o así lo siento. Es porque bueno, lo tenemos que empezar a hacer todas. Es un ejercicio colectivo de vincularse.

• Esa pregunta es media rara... ¿Por qué erotiza? ¿Por qué esa palabra específica?...
...
Aaaah... ahí va... ahí entendí ¿Qué me erotiza? Es la multitud. El alcance que tienen esas reuniones, es lo que yo hoy comentaba, cada miércoles se está haciendo más chico el salón, y eso quieras o no quieras, te forma como una adrenalina como diciendo, somos más, eso es lo que me erotiza, la unión, que la gente está respondiendo, que no estamos solas, que la gente está respondiendo.


ESTE ARTÍCULO ES UNA VOZ ESCRITA
Un taller propone la escucha de varias voces habladas


Participamos de Escena Política proponiendo un taller sobre escuchas de un archivo que despliega la pregunta dónde termina tu cuerpo dónde empieza el mundo, hurga en la singularidad de personas que integran colectivos de lucha que atañen a los cuerpos. Entonces, el objetivo no fue indagar en la operatoria de los colectivos como entidades, sino entrar en las experiencias personales que por sumatoria evidencian inercias, sentidos, lecturas de la organización.

El propósito del archivo es capturar el gusto y la pasión por la acción; investigar en las éticas que se inscriben en la carne y saber algo de la intimidad de aquellos dispositivos y técnicas a través de los cuales nos organizamos. Un despliegue de la voz y de la escucha.
Derechos laborales y sindicalización del trabajo sexual junto a la Asociación Mujeres Meretrices Argentinas.
Soberanía alimentaria y envenenamiento por agrotóxicos junto a la Cátedra Libre de Soberanía Alimentaria de la Facultad de Medicina de la Universidad de Buenos Aires.
Políticas públicas culturales junto a Escena Política.
Estrategias pugilísticas junto a la Federación Argentina de Boxeo.

Para construir este archivo se utilizó una dinámica de entrevista, la misma a varios integrantes de cada colectivo. En el taller, nos interesa recuperar la dinámica de dúos que se da en la entrevista, una dinámica íntima que genera un cuerpo a cuerpo. Y entonces la jornada se organiza con esta disposición entre los participantes para la escucha, una discusión sobre el material que re-pregunta a esos oyentes.

Seleccionamos tres preguntas de las diez que componen la entrevista y combinamos respuestas de personas de distintos colectivos. La escucha fue dosificada y nos detuvimos en cada pregunta a observar la escucha en relación a unas guías con el objetivo de provocar un diálogo en la dupla.

Lo que te interpeló más fuerte. Tu herramienta de lucha. Un detalle de lo relatado, lo más pequeño. Imágenes que te desprendió. Lo que escuchás y no es palabra. Silencios, entonación, sonidos, lo omitido, puntuación, ritmo. Una palabra.

Luego, imaginamos modos de hacer escuchar esta edición del archivo a partir de algunos disparadores para pensar la circulación.
dónde. es un lugar? es privado? es un recorrido? es virtual? es un contexto afín a este archivo? es más allá de la ciudad? qué marco?
cómo. todo lo escuchado? solo una parte? se repite? irrumpe? se camufla? se distorsiona?
cuándo. en qué momento del día? del año? cuando ocurre algo? cuando el que escucha lo decide? durante cuánto tiempo?
con quiénes? de a cuántos?

Aparecieron preguntas sobre cómo este material puede ser de beneficio práctico para los colectivos entrevistados y las posibles vías de apropiación instantánea del material por parte de los talleristas, por ejemplo, replicar la entrevista o alguna de sus preguntas, o usar los audios en el marco de otros contextos de estudio, propuestas de intervenciones en espacios públicos o edificios institucionales.


ENCARNAR EL ENEMIGO

Una propuesta, enfrentó a los participantes y al proyecto a su propia ética, produciendo fricciones que problematizaron a varios niveles: crear una empresa que brinde servicio de autoconocimiento para colectivos de lucha.

«La propuesta surgió al proponernos pensar por el camino que no deberíamos pensar, Apareció el tema de la relación del arte con el mercado y la mercancía, Reconociendo lo importante e interesante que es estar cuestionando nuestra relación con el “mercado” nos metimos a pensar el proyecto como un negocio. Un juego para reconocer límites e implicancias de nuestras acciones y propuestas. Me hace acordar a la película Idiocracia, parece joda pero no estamos tan lejos...
Con este estímulo como marco pensamos que el proyecto que ustedes tienen se transforme en una consultoría para colectivos. Con el objetivo de suministrar insumos para que los colectivos puedan crecer, mejorar, conocerse... un tipo FODA pero con otra onda. A partir de las dinámicas que ustedes desplegaron respecto las preguntas, habían dos posibles formatos:
1• enviar un cd al colectivo con instrucciones de cómo realizar la evaluación.
2• que ustedes fueran personalmente y generar una dinámica como la que estaban exponiendo, que fueran vestidas de blanco:
• el proyecto debía tener un espíritu de autoayuda pero cool, con onda y “arte”
• la idea era tener una marca con logo, un empresa
• pensamos en cómo generar la necesidad en los colectivos, cómo hacer para que tengan la idea de que esto es importante y fundamental para ellos.
Colocar la marca en circuitos relevantes para la cultura y el arte.
Si esto no resultaba una posibilidad en que nos podía servir era contactarnos con algún senador y con plata de por medio crear una ley que obligara a que todos los colectivos a transitar por este tipo de dinámicas para que se les permita ejercer como colectivos».
(Federica Folco)

Encarnar el enemigo y vislumbrar el alcance de una cartografía sensible de un cuerpo colectivo.


OÍD MORTALES

La oportuna invitación a un congreso transversal que plantea el ejercicio de construir un modo de estar juntos, de armar una dinámica posible, de estar en plenario, de activar inteligencias que permitan correrse de los personalísimos, las autorías individuales, las condecoraciones del circuito, los curriculums, esa invitación, la asimilamos como el desafío por una construcción que nos exceda en lo personal e incluya las necesidades que cada uno lee en la coyuntura en la que coexistimos.

Como trabajadores de la cultura, el plan de acción es múltiple, nos interpela e interpelamos un conjunto muy amplio de terrenos. El campo de incidencia es sobre el lenguaje. Sobre el modo de hacer parte.

Pensábamos en el juego de fugar de la escena en tanto estructura, organización, colectivo, disciplina, institución, territorio normalizado, y entrar en la mutación de la contingencia, de las singularidades, entrar en un organismo complejo, no regulable, imprevisible, que no reacciona ante una coyuntura, sino que se prolonga, se adúltera, se nutre, se radicaliza, fagocita. Reconoce la vulnerabilidad e impermanencia de su constitución y asume la mutación. Una fuerza de acción que se reconoce plataforma de otras continuidades, de otras luchas, de otras obras.

Donde el estar juntos reencuentra sentidos, reencuentra fuerzas transformadoras, contagia y despierta otras múltiples fuerzas transformadoras, incide sobre un campo inimaginado, el campo de incidencia de aquel que escucha.